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La figura de José Martínez de Sousa representa uno de los pilares fundamentales en el ámbito de la ortografía, la tipografía y la edición en lengua española. Nacido en El Rosal (Pontevedra) el 25 de octubre de 1933, este bibliólogo, tipógrafo, ortógrafo, ortotipógrafo y lexicógrafo español ha dedicado su vida al estudio y perfeccionamiento de los aspectos técnicos y formales del lenguaje escrito. Su obra, extensa y rigurosa, constituye un referente imprescindible para profesionales del mundo editorial, traductores, correctores y cualquier persona interesada en la expresión correcta y precisa del español. A través de sus numerosos libros, artículos y conferencias, Martínez de Sousa ha contribuido decisivamente a establecer criterios claros y coherentes sobre el uso correcto de nuestra lengua, especialmente en sus aspectos gráficos y tipográficos.
De cajista a referente internacional, la trayectoria vital de un autodidacta
La historia profesional de José Martínez de Sousa es un fascinante relato de superación y amor por el conocimiento. Su formación comenzó de manera temprana cuando, con apenas diez años, viajó desde su Galicia natal a Sevilla para formarse en tipografía durante cuatro años en el taller escuela de artes gráficas. Aquellos primeros pasos marcarían el inicio de un camino de autoaprendizaje constante que el propio Martínez de Sousa reconocería años después: “Todos mis conocimientos profesionales son absolutamente autodidactas. Aprendí por mi cuenta (y riesgo) lo que necesité cuando me hizo falta”. Esta confesión no hace sino realzar el mérito de quien ha llegado a convertirse en una de las máximas autoridades en su campo sin haber recibido formación académica reglada.
En 1952, tras salir del colegio de los salesianos, abandonó Sevilla y comenzó su andadura profesional, llevándose consigo el consejo de uno de sus maestros: “Aprende todo lo que puedas, sea lo que sea. Aunque sean las marcas de las máquinas de coser. No sabes si algún día ese conocimiento te resultará útil”. Un sabio consejo que Martínez de Sousa seguiría al pie de la letra durante toda su vida, nunca dejando de aprender y acumular conocimientos que luego vertería en sus obras.
Su carrera profesional dio un giro interesante cuando ingresó voluntariamente en el Ejército en Madrid, donde permaneció tres años, uno de ellos como topógrafo y dos como tipógrafo. Curiosamente, nunca supo si su asignación inicial a la topografía en lugar de la tipografía fue producto de una confusión, una anécdota que ilustra las casualidades que a veces marcan nuestros caminos profesionales. Al término de su compromiso militar en 1955, orientó definitivamente su carrera hacia la práctica de la tipografía.
El traslado a Barcelona en 1957 marcó el inicio de su trayectoria en el mundo editorial. Allí ingresó en la Editorial Bruguera, donde trabajó hasta octubre de 1965 como corrector tipográfico. Posteriormente, su pericia lo llevó a trabajar para medios tan prestigiosos como «La Vanguardia» (1965–1968) y editoriales como Labor (1968–1993), donde consolidó su experiencia y conocimientos en el ámbito editorial. Es precisamente durante su estancia en la Editorial Labor cuando publicó su primera obra, el «Diccionario de tipografía y del libro» (1974), que marcaría el inicio de una prolífica carrera como autor especializado.
El camino recorrido por Martínez de Sousa refleja una curiosa paradoja: aunque su formación fue autodidacta, su conocimiento ha llegado a ser tan profundo y especializado que se ha convertido en referencia obligada para académicos y profesionales con formación universitaria. Su experiencia práctica en imprentas y editoriales le proporcionó un conocimiento directo de los problemas reales de la escritura y la edición, algo que muchas veces falta en aproximaciones puramente teóricas al lenguaje.
Durante su extensa carrera profesional, Martínez de Sousa no solo ha destacado como técnico editorial, sino también como investigador y difusor del conocimiento. Ha mantenido relación con numerosas universidades españolas como la Universidad de Barcelona, la Autónoma de Barcelona, la Pompeu Fabra, la Autónoma de Madrid, la Alfonso X el Sabio, la de León, Santiago de Compostela, Granada, Salamanca, Zaragoza, La Coruña y la Jaume I de Castellón. Esta vinculación con el mundo académico, unida a su participación en múltiples cursos, conferencias y congresos, ha permitido que sus conocimientos trasciendan el ámbito meramente editorial para alcanzar a generaciones de estudiantes y profesionales.
Su trayectoria ha sido reconocida con diversos nombramientos, como el de presidente de honor del Comité Español de la Asociación Internacional de Bibliología (1991–1997), presidente de la Asociación Española de Bibliología (1997–2000) y presidente de la Asociación Internacional de Bibliología (1998–2000). Estos cargos reflejan el prestigio internacional adquirido y el reconocimiento a su labor en favor del estudio y la difusión de la bibliología.
No obstante, no todo han sido reconocimientos en su carrera. Resulta llamativa su relación con la Real Academia Española, institución que en 2003 sondeó en tres ocasiones si aceptaría ser nombrado académico correspondiente en Cataluña, su lugar de residencia. Martínez de Sousa declinó este ofrecimiento, no por rechazar ser académico ‑como erróneamente se interpretó‑, sino porque consideraba que tal nombramiento era “algo así como un nombramiento de segunda, un cargo que tiene obligaciones pero que no tiene honores”. Esta anécdota refleja tanto su integridad personal como la compleja relación entre los expertos independientes y las instituciones oficiales que velan por la lengua.
El guardián de la palabra impresa, obra y contribuciones al español
La obra de Martínez de Sousa constituye un impresionante corpus que abarca más de veinte títulos publicados a lo largo de treinta y tres años de actividad literaria. Su principal aportación ha sido sistematizar y establecer criterios claros en campos como la tipografía, la ortografía (usual, técnica y tipográfica), el lenguaje (usos, dudas, redacción y estilo) y la bibliología (edición, lexicografía, historia del libro y periodismo).
Su primera publicación, el «Diccionario de tipografía y del libro», surgió en 1974 como respuesta a una necesidad que el propio autor había experimentado: la ausencia de bibliografía útil y actualizada sobre tipografía y bibliología desde los años cincuenta del siglo pasado. Esta obra pionera, que llegaría hasta su cuarta edición, marcó el inicio de una extensa producción bibliográfica caracterizada por su rigor, claridad y utilidad práctica. Le siguieron ese mismo año «Dudas y errores de lenguaje», y posteriormente una serie de obras que irían cubriendo diversos aspectos relacionados con la lengua escrita y su presentación formal.
Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran el «Diccionario internacional de siglas» (1978), el «Diccionario general del periodismo» (1981), el «Diccionario de ortografía» (1985), el «Diccionario de ortografía técnica» (1987), la «Pequeña historia del libro» (1987), el «Diccionario de bibliología y ciencias afines» (1989), el «Diccionario de redacción y estilo» (1993), el «Manual de edición y autoedición» (1994), el «Diccionario de lexicografía práctica» (1995), el «Diccionario de ortografía de la lengua española» (1996) y el «Diccionario de usos y dudas del español actual» (1996).
En los últimos años, Martínez de Sousa se ha dedicado a refundir y actualizar sus obras anteriores, agrupándolas por temas en volúmenes más amplios y completos. Así surgieron el «Manual de estilo de la lengua española» (2000), el «Diccionario de edición, tipografía y artes gráficas» (2001), y la tercera edición del «Diccionario de bibliología y ciencias afines», además de «Ortografía y ortotipografía del español actual» y el «Diccionario de usos y dudas del español actual».
Su «Ortografía y ortotipografía del español actual» merece especial atención por la claridad con que aborda una materia compleja y a menudo confusa. En esta obra, dividida en dos partes principales, Martínez de Sousa trata en primer lugar la ortografía usual (de la letra, la sílaba, la palabra y la frase) y, en segundo lugar, la ortografía técnica (ortotipografía de los elementos tipográficos y ortotipografía bibliológica). Como él mismo explica en el prólogo: “Las dudas ortográficas son infinitas, y asegurar que uno domina la ortografía por completo es una temeridad, ya que en este terreno es fácil caer en falta. De aquí la importancia de disponer de un texto que ofrezca, con más profundidad de lo que es habitual en este tipo de obras, todos los aspectos importantes de la ortografía, las bases de que se derivan sus reglas y excepciones y el porqué de muchas decisiones académicas”.
Otro de sus trabajos fundamentales es el «Manual de estilo de la lengua española», una obra dividida en dos partes con un mismo propósito: ayudar a redactar correctamente a quienes diariamente se enfrentan a una cuartilla en blanco o una pantalla de ordenador vacía. La primera parte ofrece elementos básicos para conseguir una redacción correcta según las exigencias del lenguaje normativo y la escritura científica, abordando temas como el trabajo documental, la escritura y la bibliología. La segunda presenta en orden alfabético materias como la onomástica, entidades, instituciones, nombres comerciales, tratamientos, símbolos y signos, entre otros, que pueden consultarse para resolver problemas específicos.
Especialmente interesante resulta el «Diccionario de usos y dudas del español actual» (DUDEA), que contiene más de diecisiete mil entradas o lemas. Esta obra responde a una necesidad creciente en nuestra era digital: “Hoy se escribe más que nunca, especialmente gracias a las facilidades que proporciona Internet. Sin embargo, no debemos ignorar que esa red actúa de «papel virtual», de soporte inmaterial de la escritura, pero no contribuye ni un ápice a que el usuario de la lengua escriba mejor desde ningún punto de vista”. El diccionario aborda errores frecuentes como los femeninos dudosos, plurales cultos y populares, conjugación de verbos, palabras que se escriben juntas o separadas, y el uso adecuado de extranjerismos.
Un aspecto destacable en la obra de Martínez de Sousa es su postura crítica y razonada ante las normas ortográficas de la Real Academia Española. Lejos de aceptarlas como dogmas, las analiza, cuestiona y, cuando lo considera necesario, propone alternativas mejor fundamentadas. Un ejemplo claro es su crítica a la «Ortografía de la lengua española» publicada por la RAE en 2010, donde señala inconsistencias como la determinación de que ciertas palabras son diptongos aunque previamente se reconozcan como hiatos. Este espíritu crítico está presente en obras como «La “nueva ortografía” académica», donde examina exhaustivamente los aciertos y desaciertos de la normativa académica.
Es precisamente esta independencia de criterio lo que hace de Martínez de Sousa una referencia tan valiosa. No se limita a reproducir las normas establecidas, sino que las somete a un análisis riguroso basado en la coherencia interna, la evolución histórica y la facilidad de uso. Su trabajo ha contribuido enormemente a clarificar aspectos confusos de la ortografía y la ortotipografía españolas, estableciendo criterios sólidos que muchos profesionales siguen por encima de las recomendaciones académicas.
En el campo de la lexicografía, su «Diccionario de lexicografía práctica» revolucionó el estudio de esta disciplina en español. Como señala la reseña: “En un solo libro, además del primer diccionario en que se exponen los principios teóricos y prácticos de la lexicografía general monolingüe, tenemos, por lo menos, una guía bibliográfica sobre el tema, un diccionario de términos lexicográficos, un manual de lexicografía teórica, una historia de la lexicografía española (con atención a todas las lenguas de España), un diccionario de los lexicógrafos más sobresalientes de todos los tiempos y un estudio profundo de la lexicografía española monolingüe”. Esta obra ejemplifica perfectamente el carácter exhaustivo, riguroso, claro y ordenado que distingue sus trabajos.
Resulta también significativa su contribución a la clarificación de aspectos específicos como el uso de las mayúsculas y minúsculas en español, tema al que dedicó el «Diccionario de uso de las mayúsculas y minúsculas». En esta obra, Martínez de Sousa no solo establece pautas claras para casos dudosos, sino que también critica razonadamente algunas directrices académicas, como la disposición de que “los nombres, latinos o no, de los grupos taxonómicos zoológicos y botánicos superiores al género (…)” se escriban con mayúsculas. El autor argumenta que “esa norma sólo es válida en textos científicos, pues en otras circunstancias la grafía es con minúscula inicial, aun cuando los términos se usen en aposición”.
Un legado en constante construcción, influencia y proyección actual
La influencia de José Martínez de Sousa en el ámbito editorial, lingüístico y tipográfico español resulta innegable y continúa creciendo con el paso del tiempo. Su trabajo ha trascendido el círculo de especialistas para convertirse en referencia obligada para profesionales de diversos campos vinculados a la palabra escrita. Escritores, traductores, periodistas, correctores, profesores y editores encuentran en sus obras respuestas precisas a problemas cotidianos relacionados con el uso correcto del lenguaje y su presentación formal.
Una de las características más valiosas del legado de Martínez de Sousa es la combinación de rigor académico con sentido práctico. A diferencia de otros teóricos del lenguaje, su experiencia profesional en imprentas y editoriales le permitió conocer de primera mano las necesidades reales de quienes trabajan con textos, lo que se refleja en el carácter eminentemente útil de sus publicaciones. Como señala un reseñista de su obra «Ortografía y ortotipografía del español actual»: “El resultado es en ambos casos espléndido (y añadiría que un poco abrumador, como sucede con todos los libros de Martínez de Sousa: a menudo vas a consultar en ellos lo que te parece una pequeña duda y descubres que ignorabas diez aspectos más del mismo problema, y la presunción de tener un «conocimiento pasable» de las reglas naufraga, junto con el ego, en la evidencia de tu abismal desconocimiento)”.
Esta capacidad para evidenciar la complejidad de cuestiones aparentemente simples, lejos de desanimar, ha servido como estímulo para muchos profesionales que han encontrado en sus obras una guía segura para navegar por las aguas, a menudo turbulentas, de la norma lingüística. Su claridad expositiva y su exhaustividad hacen que sus trabajos sean accesibles tanto para especialistas como para personas con conocimientos más limitados sobre las materias que trata.
En el ámbito académico, la influencia de Martínez de Sousa se manifiesta en la constante referencia a sus obras en facultades como las de Traducción e Interpretación, donde es mencionado “un sinfín de veces como obra de referencia en cuanto al uso correcto del español”. Su «Manual de estilo de la lengua española», por ejemplo, es considerado una referencia imprescindible, hasta el punto de que algunos afirman que “comparado con sus escritos, el DRAE y el Diccionario Panhispánico se quedan en pañales”.
También resulta significativa su contribución a la formación de profesionales a través de cursos, conferencias y seminarios impartidos en numerosas universidades españolas. Su participación como director técnico del primer Curso de Posgrado en Lexicografía y Obras Enciclopédicas, impartido en la Universidad de Barcelona, ilustra su compromiso con la transmisión del conocimiento y la formación de nuevos especialistas en campos como la lexicografía y la bibliología.
Es destacable asimismo la evolución de su obra a lo largo del tiempo, adaptándose a las nuevas realidades y necesidades. Martínez de Sousa ha sabido incorporar a sus trabajos las transformaciones derivadas de la revolución tecnológica, analizando cómo la informática ha modificado nuestras formas de escritura y presentación formal de los textos. Como él mismo señala en «Ortografía y ortotipografía del español actual»: “El ordenador ha cambiado radicalmente nuestras costumbres comunicativas en el universo de lo gráfico. Poco a poco ha ido desapareciendo la carta personal, manuscrita, íntima, y ha sido sustituida por el mensaje público, con letras de imprenta, despersonalizado, intercambiado con otros en un foro cualquiera de la Internet”.
Esta capacidad para analizar las transformaciones del lenguaje en el contexto de las nuevas tecnologías hace que su obra, lejos de quedarse obsoleta, gane en relevancia en la era digital. Sus reflexiones sobre cómo Internet y los medios electrónicos exponen públicamente nuestros conocimientos ortográficos resultan especialmente pertinentes en un mundo donde la comunicación escrita ha adquirido una dimensión global e instantánea.
Otro aspecto destacable de su legado es la independencia de criterio frente a las instituciones oficiales encargadas de regular el idioma. Martínez de Sousa no se ha limitado a reproducir y divulgar las normas académicas, sino que ha mantenido una actitud crítica y razonada, proponiendo soluciones más coherentes cuando lo ha considerado necesario. Esta postura no siempre ha sido bien vista por la academia, pero ha ganado el respeto de muchos profesionales que valoran su honestidad intelectual y la solidez de sus argumentos.
Su análisis de las reformas ortográficas promovidas por la Real Academia Española es particularmente ilustrativo de esta independencia de criterio. En trabajos como «Algunas consideraciones sobre la ortografía académica» y «La “nueva ortografía” académica», Martínez de Sousa examina críticamente las decisiones académicas, señalando inconsistencias y contradicciones. Su crítica, sin embargo, no es destructiva, sino que busca contribuir a la mejora de la normativa ortográfica mediante un análisis riguroso y fundamentado.
Esta actitud crítica se extiende también a la propia concepción de la lexicografía, disciplina que ha contribuido a desarrollar y sistematizar en español. Sus reflexiones sobre qué debe entenderse por lexicografía (¿es un arte, una técnica o una ciencia?) han abierto un debate enriquecedor sobre la naturaleza y los métodos de esta disciplina, contribuyendo a su desarrollo teórico y práctico.
En resumen, el legado de José Martínez de Sousa se caracteriza por su rigor, exhaustividad, claridad, independencia de criterio y utilidad práctica. Sus obras constituyen un referente imprescindible para profesionales de diversos campos relacionados con la palabra escrita, y su influencia se extiende tanto al ámbito académico como al profesional. A sus 91 años (en 2025), sigue siendo una figura respetada y admirada, cuya contribución al estudio y la normalización del español escrito resulta inestimable.
El valor de su trabajo trasciende las modas y las circunstancias temporales, pues aborda cuestiones fundamentales relacionadas con la correcta expresión escrita que mantienen su vigencia a pesar de los cambios tecnológicos y sociales. En un mundo donde la comunicación escrita se ha democratizado enormemente gracias a Internet y las redes sociales, pero donde también proliferan los errores ortográficos y tipográficos, la obra de Martínez de Sousa ofrece un faro de claridad y precisión para todos aquellos que aspiran a expresarse con corrección y elegancia.
Referencias
- Martínez de Sousa, J. (2004). Ortografía y ortotipografía del español actual. Gijón: Ediciones Trea. Este manual es una de las obras más completas sobre ortografía y ortotipografía en español, donde el autor establece criterios claros para el uso correcto de los signos gráficos y tipográficos.
- Martínez de Sousa, J. (2000). Manual de estilo de la lengua española. Gijón: Ediciones Trea. Obra fundamental para cualquier profesional de la escritura, donde se recopilan normas, recomendaciones y criterios para el uso correcto del español escrito.
- Martínez de Sousa, J. (1996). Diccionario de usos y dudas del español actual. Barcelona: Biblograf. Con más de 17.000 entradas, este diccionario resuelve las principales dudas y dificultades del español contemporáneo, convirtiéndose en referencia indispensable para escritores y traductores.
- Martínez de Sousa, J. (2005). Antes de que se me olvide. Gijón: Ediciones Trea. En esta obra de carácter autobiográfico, el autor repasa su trayectoria profesional, desde sus inicios como cajista de imprenta hasta convertirse en referente de la ortografía española.
- Martínez de Sousa, J. (1995). Diccionario de lexicografía práctica. Barcelona: Biblograf. Pionero en su campo, este diccionario expone los principios teóricos y prácticos de la lexicografía española, constituyendo una herramienta fundamental para quienes se dedican a la elaboración de diccionarios.
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